lunes, 19 de julio de 2010

Una hora más en Canarias



"Una hora más en Canarias" no es una obra maestra, pero tampoco pretende serlo.

David Serrano teje una comedia de enredos con tintes surrealistas con el objetivo de entretener a los espectadores, como ya hizo de forma masiva con "El otro lado de la cama" (como guionista) o "Días de futbol". Objetivo nuevamente cumplido.

Pero esta vez más que nunca el director y guionista no da puntadas sin hilo y alardea de su buen hacer: una estética luminosa y colorista cuidada al detalle adorna un guión con ritmo trepidante que no da cabida al bostezo y con unos personajes muy bien definidos y llevados al extremo.

Cómodos en esos extremos y haciendo gala de un naturalismo difícil de lograr dadas las circunstancias, se encuentran todos los actores y actrices de la película, destacando, con permiso del resto, al argentino Eduardo Blanco, que demuestra una vez más su dominio de la comedia, y a Quim Gutierrez, el cual nos ofrece un registro hasta ahora desconocido y nos deja a todos encantados de conocer a su tremenda vis cómica.

Por otra parte, Serrano no despoja a los escasos números musicales de ese toque hortera que todo musical que se precie (excluyendo joyas del género como "Cabaret") debe poseer; de hecho, también lo lleva al extremo y convierte a "Una hora más en Canarias" en una película que, desde un profundo cariño y de forma muy acertada, parodia el género musical.



Angie Cepeda (Claudia en la película) junto a los bailarines.

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